Los expertos consideran que la edad adecuada para quitar el pañal es entre los 18-24 meses, este es el momento apropiado para comenzar con el aprendizaje. El control de esfínteres se estabilizará alrededor de los 4 ó 5 años. Debes tener en cuenta a la hora de quitar definitivamente el pañal a tu niño (a) es que, además de ser un proceso normalmente lento y gradual que tiene fases de avance y retroceso, no hay una edad exacta para hacerlo, sino que dependerá de la madurez del sistema neurológico del pequeño y de su propia preparación psicológica.
Existe una serie de indicios que te puede servir de orientación, para saber si su hijo (a) está preparado para dar este paso:
Si tu pequeño mantiene el pañal seco durante siesta.
Si te avisa cuando se ha hecho o cuando quiere hacerlo
Si le molesta el pañal y quiere que se lo quiten.
Tiene interés por aprender a usar el baño.
Es capaz de seguir instrucciones simples.
¿Qué Debes hacer, para ayudarlo en esta etapa?
Es importante saber que el aprendizaje en esta etapa de la vida es imitativo, es decir, los Pequeños imitan lo que hacen sus padres o familiares. Por lo tanto a la hora de enseñarles a controlar sus esfínteres, seria más fácil si ellos ven a otros usar el baño. Si tiene hermanitos mayores en el caso de los hombrecitos, es bueno que el pequeño pueda observar a su hermano haciendo pipi. O a su padre. En el caso de las pequeñas, que ellas puedan imitar a sus madre o hermanitas mayores si las tienen. Una de las maneras más simples es poder comprar una bacinica o chata, dejarla a su alcance para que juegue con ella, de manera que lo considere casi como un juguete, de esta forma le tendrá confianza. Perdido el miedo, trata de intentar que se siente en él, aunque sea vestido (a), que se mueva, se siente y se levante. Si así lo quiere, nunca tienes que forzarlo(a), puesto que sólo conseguirás el efecto contrario, si esto no resulta debes esperar un tiempo prudente antes de volverlo a intentarlo.
Una vez que tu pequeño pueda controlar esfínter puedes pasar al paso dos. Puedes llevarlo al baño y enseñarle las cosas y para que sirve cada una de ellas. Has que repita todo lo que le vas enseñando de manera que esto sea de modo automático. Conviene acostumbrar a los pequeños a utilizar el inodoro tan pronto como sea posible. Por eso, para combatir las primeras aprensiones, puede resultar útil recurrir a un adaptador de los que venden en el las tiendas. Una vez que el pequeño (a) use ya ropa interior, no hay que volver al pañal, ya que esto sólo contribuiría a que el niño perdiese la confianza ganada con sus logros. Tampoco es conveniente iniciar el aprendizaje en momentos clave, como una mudanza, la llegada de un hermanito, el inicio de las clases, con el alejamiento o pérdida de algún ser querido o cualquier otra situación que implique un cambio importante para el pequeño.
Sobra decir que si el niño no hace pipí cuando le estamos enseñando, no hay que enfadarse ni llamarle la atención, si se logra el objetivo, es aconsejable felicitarlo, puesto que de este modo fomentamos su autoestima y confianza. No hay que olvidar que en este proceso el tiempo, la paciencia, el cariño y la comprensión son elementos fundamentales.
Si tu pequeño(a) a logrado aprender a usar la chata o el baño, pero igual sigue mojando la ropa interior por las noches, no te preocupes solo espera a que se duerma y colócale un pañal sin que se de cuenta, lo que nunca debes hacer es retarlo por orinar la cama ni menos tratarlo de sucio (a), esto dañaría a tu hijo (a) causando un retroceso en el o ella. Si esto continúa por mucho tiempo, te aconsejo que consultes con el pediatra
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